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Momentos II
Cuando el alfarero otorga formas al barro, lo hace gracias a la plasticidad que la justa cantidad de agua le confiere a este. El punto exacto de ...
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Imperfecciones
Esperamos de la boca de un cuenco que siga una circunferencia ideal, uniforme, tal y como soñamos los círculos: perfectos, de suave perímetro y ri...
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Conformación
Las formas de hacerlo pueden —y seguramente deban— cambiar, evolucionar, fruto de la adaptación a un medio que inexorablemente transita por el ine...
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Fragilidad
Quizás el destino último de todo lo material sea romperse. Y la soberbia tenacidad, inmersa en la infinitud, no pueda evitar la inexorable tempora...
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Empoderamiento
Es posible que lo que verdaderamente somos, sea aquello que jamás nos podrán arrebatar. El alfarero no lo es, entonces, por su torno; como no lo e...
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Sustento
Tu sostén, aquello que te da vigor, puedes hallarlo en los lugares más sorprendentes porque sus formas de presentarse son y serán siempre infinita...
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Ella: la pella
Placer, paciencia, saberla disfrutar, gozar a su lado. Verse la manos plenas de suave barro. Apreciar el contraste de sus colores con tu carne: ro...
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El límite del cuenco I
¿Dónde está el límite de una figura con nombre? Una pieza de alfarería que llamamos cuenco, si fuera demasiado ancha, mejor recibiría el nombre de...
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En torno a los giros
Pisa la rueda el alfarero y trabaja en dar forma con sus manos a algún cacharro. Quizás esta sea la imagen más icónica de cuantas giran en torno a...
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